Con unas distancias de 1000 metros de natación 70 de bici y
10 de carrera, me inscribí para hacer un entrenamiento corto de calidad a 3
semanas de Lanzarote.
Esta semana, el tiempo estaba siendo de continuas y fuertes
lluvias y unas temperaturas inusualmente bajas en esta zona y para la mañana de
la carrera el meteo marítimo daba fuerza
7/8 con lo que yo ya presentía que la
natación se suspendería, como así fue y se cambió por 5 kilómetros de carrera,
la bici se acortó a 52 kilómetros, 3 vueltas y no 4 y se conservaron los 10 kilómetros
de carrera finales.
Durante el calentamiento ya estaba calado de cintura para
abajo, pero corrí los 5 primeros kilómetros caliente y con buenas sensaciones a
un satisfactorio ritmo de carrera.
Había dejado el chubasquero en la bici con intención de ponérmelo
seguro y sin ninguna duda, pensado esto con
la mente fría, llegué a la transición en una buena posición, calado pero muy caliente.
Pero hoy era el día
que estaba predestinado a que se manifestara toda la insensatez que puedo tener
en algunos momentos y al llegar a la transición y en caliente decido no ponerme
el chubasquero; “Total para 52 kilómetros
me sobra, con el maillot de ciclista sin camiseta interior y los manguitos que llevaba
y todo ello ya calado”.
No puedo entender todavía por qué no me puse el chubasquero
ya que la bici dadas las condiciones del suelo me la iba a tomar con mucha
calma y precaución y solo dar caña en los tramos rectos y largos , como así lo hice
escrupulosamente.
Pues bien, ya en los primeros kilómetros el viento fortísimo
y helado me empezó a enfriar mi cuerpo mojado, aun así las sensaciones
pedaleando eran muy buenas y a pesar de pasar las rotondas pisando huevos no
perdí posiciones y en los tramos largos y rectos gané algunas.
Al final de la primera vuelta de 17,5 kilómetros ya estaba
helado pero tocaba aguantarse y sufrir por el frio, no por el esfuerzo, ya que me encontraba muy bien, solamente de
los 17,5 kilómetros serían unos 3 a 4 de
viento totalmente por la popa lo cual te daba un pequeño respiro ante la
creciente congelación, el resto del tiempo el gélido y fuerte viento entrando
de cara o de costado me estaba haciendo entrar en hipotermia y ya los dientes
me castañeaban , los brazos no se mantenían firmes en el manillar y tiritaba
todo mi cuerpo, ya no podía mantenerme acoplado, pedaleaba de pie moviendo el
cuerpo todo lo que podía para generar calor, perdía velocidad y posiciones y
estuve a punto de parar, pero en medio de la nada y con la que estaba cayendo
no era buena idea y seguí como pude hasta finalizar la segunda vuelta, aun así
mi mente se resistí a a abandonar y pensaba en la posibilidad de finalizar la
tercera vuelta , no podía creerme que tuviera que retirarme, eso no lo hago
nunca , pero llegue a la rotonda donde se iniciaba la siguiente vuelta sin
controlar el manillar por la tiritona, sin tacto en las manos por el frio y con
la respiración cada vez peor, imposible continuar , y a mi pesar tuve que
bajarme de la bici y renunciar a terminar y aunque existía la posibilidad de
que entrara en calor corriendo, era
totalmente imposible que pudiera completar ni 1000 metros más de los 17 kilómetros
que me quedaban para finalizar la bici, automáticamente y sin pensar me bajé de
la bici y me fui al coche, los minutos que tardó el juez en quitarme el dorsal
de la cinta se me hizo una eternidad , en el coche , con ropa seca y la calefacción
a tope , fui consciente de mi suprema estupidez que aflora en algunas ocasiones
y hoy ha sido su día, lo único que puedo hacer es tenerlo en cuenta para la próxima.
El que ganó.
1 comentario:
Ánimo Toni!! Una mala jugada la tenemos cualquiera!!
Te resarcirás en Lanzarote!!
Salud y kms para estas escasas semanas que te quedan!!
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